Te invito a reflexionar, frente al veneno que ocasiona el chisme a través de tus palabras.
Para que tus palabras sean impecables, debes proporcionar inmunidad frente al veneno que produce el chisme.
En lugar de contagiar a otros con el chisme, contágialos de sabiduría.
Si siembras chisme cosecharas dolor, si siembras sabiduría cosecharás tesoros en el cielo.